dilluns, 7 d’abril del 2014

El poder del entrenador de tenis.

Hace unas semanas el tenista francés Gilles Simon reivindicaba  en una entrevista la importancia del papel que desempeña el entrenador para  los jugadores, un oficio que acostumbra a estar a la sombra de las estrellas y cuya labor resulta prácticamente invisible para los aficionados.
El tenis es un deporte en el que normalmente el jugador es sancionado si recibe instrucciones durante la competición, el tenista se encuentra solo, debe analizar, decidir y actuar por si mismo. Algunas modalidades como la DAVIS CUP o los torneos WTA permiten el coach on court donde los entrenadores pueden aconsejar a sus pupilos en cada cambio (DAVIS, FED CUP) o una vez por set (WTA). La conveniencia de la participación o no participación del entrenador en competición es un tema de abierta polémica y histórico debate. Como entrenador, creo que sería positivo que se pudiera influir más en el juego, que el jugador compita y el coach pueda dar luz con sus instrucciones va en pro del oficio, profesionalizaría el sector, impulsaría la preparación de los entrenadores y a su vez sería un atractivo mas para el espectáculo de los grandes torneos, donde por televisión se pueda seguir la charla del entrenador. En categorías formativas también neutralizaría las interferencias para el aprendizaje que algunos padres propician con sus intervenciones constantes. Por otro lado, queda claro y entendido que esto modificaría un concepto básico del tenis, la autonomía y soledad total del jugador en competición, cosa que para muchos es el verdadero encanto de este deporte y se considera parte identitaria del juego. No obstante y dejando de lado este debate, lo cierto es que con coaching on court o sin él, la influencia del entrenador en el jugador es mucho mayor de la que se cree. Si no puede dar instrucciones ¿Cuál es su papel?
Precisamente el hecho de que el entrenador no pueda dar instrucciones durante los partidos, conlleva a que su labor sea determinante  en cada detalle de los que acontecen en la preparación del jugador y en el pre y post partido; incluso en el lenguaje no verbal y los códigos de comunicación que se utilizan durante el partido. Cada jugador debe tener un referente, un líder de su proyecto deportivo que lo asesore en el día a día y lo enfoque a una evolución constante, revisando y pactando los objetivos. El tenis es un deporte individual, pero cuando termina un partido, se transforma en un deporte de equipo en el que  el triangulo formado por staff técnico, jugador y entorno debe de  trabajar en sintonía. Si el jugador actúa y rinde en la competición, el entrenador debe actuar y rendir en cada concepto de entrenamiento, cada elemento de su planificación y en cada gesto de la relación. Así es como los entrenadores pueden impactar en la manera de hacer y entender el tenis de un jugador. El mítico entrenador Pato Álvarez hablaba de crear dependencia en sus jugadores, de tal manera que si él no estaba presente en los partidos el rendimiento del pupilo era incierto.
Así, aunque la figura del entrenador de tenis no esté tan mediatizada o por desgracia profesionalizada como en otros deportes, su peso y influencia en la formación, desarrollo o rendimiento de un jugador es probablemente el elemento más poderoso a tener en cuenta.

dissabte, 22 de febrer del 2014

La táctica en el tenis, entre pensamiento y acción.

Si hablamos de los componentes fundamentales del tenis (y de muchos otros deportes), nos saldrán la técnica, la táctica, la mentalidad y el físico. Lo cierto es que para una comprensión global y integral del deporte, dichos componentes se entrelazan y complementan hasta a veces confundirse, siendo a veces la clásica distinción en las cuatro porciones una pequeña trampa.

En este artículo hablaré de la táctica. Lo táctico, en el tenis, indica la inteligencia del jugador, la comprensión de las situaciones y nos expresa su personalidad tenística, la identidad, su ADN. El proceso táctico implica la percepción de la situación, la decisión de la mejor opción, la ejecución de la acción y la posterior retroalimentación; es por tanto una habilidad muy mental, ya que intervienen mayoritariamente procesos cognitivos. En otras palabras, el proceso táctico es : ¿qué quiero hacer con esa bola y para qué? ¿Cómo lo hago? Y una vez hecho, ¿me ha sido útil?. El cómo lo hago se refiere a la acción en sí, es la parte que se entrelaza con la técnica. Cada acción técnica tiene su repercusión táctica (o varias), en mi opinión, hablando de entrenamiento, resulta poco práctico descontenxtualizar la acción técnica, del proceso táctico.

La técnica se automatiza, no se piensa. De la misma manera en niveles altos, los grandes jugadores automatizan multitud de situaciones de juego, de manera que las decisiones que toman son prácticamente mecánicas, del tipo: "cuando la bola me viene con esta velocidad, con esta intención y en esta zona de la pista mi tiro de respuesta es siempre este". Los jugadores de alto nivel entonces son capaces de interiorizar patrones de juego, de tal manera que pasan de la percepción a la acción, prácticamente sin detenerse a reflexionar en las múltiples soluciones que tiene cada bola que juegan, directamente juegan la mejor solución que ya tienen entrenada y contrastada con su experiencia previa. 

Un amigo entrenador me explicaba que Djokovic dedica treinta minutos antes de cada partido y entrenamiento a visualizar internamente multitud de secuencias tácticas de juego. Así cómo los grandes jugadores de ajedrez pueden anticipar hasta cien movimientos en función de su decisión, los grandes tenistas hacen los mismo. El ex-entrenador de David Ferrer, Javier Piles también da fe, en uno de sus artículos publicados para la ITF, que la mejora de su pupilo se basó en la automatización de patrones de juego.

La táctica, y la estrategia son variables del juego que influyen completamente en la globalidad del jugador. La automatización de patrones eficaces aporta confianza y certeza al jugador (mentalidad) y la solución ideal a cada situación de juego implica desempeño técnico. También el jugador desarrollará una estrategia o patrón en consonancia a su físico: los altos, fuertes y potentes suelen ser más directos que los bajitos y rápidos.

Para finalizar, una reflexión: en un juego donde importa tanto la mecanización de las decisiones adecuadas ¿qué espacio queda para la creatividad? Algunos entrenadores creen que es un lastre y que los jugadores talentosos a la larga son más desordenados. Para mi, creatividad y talento no pueden ser nunca un inconveniente, el reto estará en saber aprovecharlo.



diumenge, 9 de febrer del 2014

El rendimiento en el tenis. ¿Una cuestión de confianza?

El tenis, es un deporte, cuya lógica interna acentúa la importancia de uno de los indicadores clave en el desarrollo de cualquier competencia, la autoconfianza. Sus características de deporte individual, la competición en duelo, la complejidad biomecánica de sus acciones y la velocidad que requiere en la toma de decisiones hacen que muchas veces el rendimiento óptimo sea una cuestión de confiar en uno mismo.
La falta de confianza se suele traducir en un exceso de tensión muscular que dificulta el ciclo relajación-tensión de los movimientos y imposibilita el fluir de la técnica y su repercusión táctica. Es habitual incluso que la pérdida de confianza en una acción concreta, infecte la globalidad del juego y su identidad como tenista. Se me ocurre el ejemplo de Guillermo Coria, después de ser número 3 ATP y finalista en Roland Garros se perdió  en el ranking y peleaba por ganar partidos incluso en challengers, según se dice todo empezó por una pérdida de confianza en su saque.
Por otro lado, cuando un jugador tiene la confianza óptima, la sensación de fluir repercute en la identidad del tenística de manera global, llevándolo a un estado de motivación y concentración ideal en el que todo sale sin esfuerzo. ¿De qué depende entonces este estado mental? ¿Se trata de una musa que viene y va, o por el contrario depende de uno y se puede entrenar?
Pues aunque no sea nada fácil, efectivamente se puede entrenar y controlar.
La confianza óptima se consigue en primer lugar con preparación y compromiso. Si me siento preparado en los entrenamientos confiare en mis recursos cuando compita. El compromiso personal hacia los objetivos también determinarán un estilo de vida y una integridad en todo lo que hagas (entorno, alimentación, descanso, pensamientos) que marcarán la diferencia en las creencias que tenemos sobre nuestros propios recursos, ya que se compite como se vive.
Otro factor determinante es la lectura de los errores; el tenis es un deporte de errores donde se hacen más errores (forzados y no forzados) que golpes ganadores. El jugador que interpreta los errores como algo personal verá su confianza afectada, por ejemplo tras fallar dos reveses seguidos piensa "que malo soy de revés, no puedo meterla". El jugador que es capaz de no personalizar el error, se enfocará en los recursos que le permitan jugar mejor la siguiente bola "el siguiente revés jugare con más margen y más atención, se que puedo hacerlo" .
Así queda visto, que aunque no sea tarea fácil, existen maneras de potenciar la propia confianza. Los psicólogos deportivos enfocan gran parte de su trabajo en la percepción de la autoeficacia y la autoconfianza, basándose en el control de los propios pensamientos. El pensamiento que tengo genera una emoción concreta y dicha emoción influye directamente en la acción siguiente, en este proceso esta la clave.
Tal vez, la gran exigencia del tenis en estos aspectos sea una de las cosas que lo hagan un deporte tan atractivo y complejo, y refleje aprendizajes y habilidades aplicables a la vida no deportiva.
Miqui Moreno
@miquimoreno
 


diumenge, 18 d’agost del 2013

CREENCIAS Y HÁBITOS DE PENSAMIENTO. ¿COMO INFLUYEN EN EL RENDIMIENTO?

Los hábitos de pensamiento que distinguen a los jugadores, las pre-suposiciones que hacen sobre sí mismos o las creencias que limitan o potencian sus aptitudes tienen una influencia directa sobre lo que es capaz de hacer o no un tenista. Estos aspectos, que incluiríamos en la parte cognitiva del entrenamiento invisible, son clave para rendimiento y aprendizaje de los jugadores;  el conocimiento de las generalidades de dichos aspectos por parte de los entrenadores resulta importante, ya que,  a menos que no entendamos como la gente aprende, no podemos enseñar.
El término creencia hace referencia a la pre-suposición como cierta de cualquier enunciado o asunción. En deporte, dado la connotación religiosa del término creencia, nos referiremos a hábitos de pensamiento. Un hábito es algo que uno hace sin darse cuenta y, por lo tanto, no se cuestiona y se repite constantemente. Estos pensamientos que se fijan en nuestro inconsciente por repetición, nos llevan a actuar “como si” fueran ciertos. No nos interesa conocer cuáles de nuestras creencias son ciertas y cuáles no, ya que la realidad es una percepción subjetiva, sino cuales nos empujan hacia nuestro objetivo y cuales nos impiden avanzar. Vemos una relación de posibles ejemplos hábitos de pensamiento potenciadores  del rendimiento frente a otros limitadores en el deporte del tenis.

HÁBITOS DE PENSAMIENTO LIMITANTES
HÁBITOS DE PENSAMIENTO POTENCIADORES
Nunca mejorará mi revés por mucho que lo intente.
Puedo perfeccionar todos mis golpes, en especial aquellos con mayor margen de mejora.
En los momentos importantes del partido juego por debajo de mi nivel.
Cuanto más importante es el punto, más atento estoy de lo que sé hacer bien.
No puedo ganar porque mi rival tiene mas talento.
Si juego mejor que mi rival, durante más tiempo, gano.
Tengo que ganar porque mi rival tiene mucho menos talento que yo.
Si mi rival juega mejor que yo, durante más tiempo, pierdo.
No puedo jugar bien si sopla el viento, me desquicio.
Si sopla el viento, estoy atento para aprovecharlo siempre a mi favor.
Siempre que empiezo mal, acabo mal.
Si empiezo mal, es muy fácil acabar mejor.
Mi rival intenta robarme pelotas para sacarme del partido.
Cuando mi rival o árbitro toman una decisión, lo único que hago es pensar en  el siguiente punto.
Con esta raqueta (o cordaje, o gorra o camiseta) no juego bien.
Tengo habilidades y recursos para hacerlo bien, independientemente del material.
Este ejercicio del entrenamiento a mi no me ayuda.
Cuanto más cosas pruebo en los entrenamientos más recursos tengo.
Si juego agresivo y valiente, hago demasiados errores.
Si juego agresivo y valiente provoco muchos errores en mi oponente.

Un hábito de pensamiento me hace actuar “como si” algo fuera cierto. ¿Cómo se obtendrá mejor rendimiento actuando como si en los momentos importantes del partido bajara mi nivel, o como si cuanto más importante es el punto más atento estoy de mis fortalezas y más seguro me siento? La respuesta parece clara, pero póngalo a prueba. No obstante, el proceso de transformación de una creencia limitante en potenciadora es algo más complejo que enunciar la misma idea pero en positivo, existen varios métodos en función autores como el proceso PAW de O’connor.  Lo que si podemos hacer es tomar consciencia y cuestionar-nos continuamente tanto nuestras propias creencias como entrenadores como ayudar a explorar las creencias que limitan a los jugadores. ¿Que podemos hacer?


  •          Evitar el uso de expresiones de obligación:  DEBO…, TENGO…, ESTOY OBLIGADO…  Mejor usar QUIERO, DESEO, PUEDO….
  •         Evitar la proyección al futuro de las experiencias y la generalización:  NUNCA…, SIEMPRE…,
  •         Cuestionar las creencias con preguntas. Por ejemplo: Siempre que empiezo mal, acabo mal. ¿Recuerdas alguna vez que no fuera así? ¿Cómo lo hiciste? ¿Conoces alguien que pueda empezar mal y acabar bien?¿ Como crees que lo consigue?
  •         Mucho cuidado con lo que llamamos imposible. Si consideramos alguna cosa imposible, automáticamente tomaremos acción de manera coherente y no lo conseguiremos. Resulta totalmente cierta la cita de Henry Ford “Tanto si crees que puedes como si no, tienes razón”.
  •         La importancia del entorno para las creencias no basadas en la experiencia. Según Robert Dilts, existen los llamados “virus de pensamiento”, los cuales son hábitos de pensamiento que se incorporan directamente sin estar basados en la propia experiencia. Este punto es fundamental para la construcción del sistema de creencias potenciadoras y no limitantes en jóvenes jugadores, en los cuales influye mucho la opinión de la familia y entrenadores.  Si la opinión de mis padres es que nunca llegaré ser lo suficientemente bueno, o mi entrenador me dice que soy mentalmente débil para jugar a tenis  esto actuará como una profecía que se auto cumple  por lo tanto… ¡mucha atención a la información que damos! Y mas vale hacer profecías potenciadoras…



Miqui Moreno


diumenge, 25 de novembre del 2012

Motivación, el verdadero multiplicador del rendimiento. (Reflexiones desde el tenis) (II)


El grado de motivación aporta el valor que permite que el jugador rinda por encima de su nivel técnico-táctico, o que rinda por debajo de sus posibilidades técnico-tácticas si la motivación es baja. Son muchos los factores que pueden influir en la motivación del jugador, a continuación presento algunos de los elementos que desde la psicología deportiva y el coaching, el entrenador debe incorporar:

  •           Las tres claves para estar motivados. El entrenador-coach, mediante sus habilidades comunicativas debe favorecer que los jugadores mantengan alimentados los tres pilares del sistema de motivación





  • Orientación hacia la tarea, motivación intrínseca. La motivación intrínseca es aquella que nos mueve a emprender alguna acción por el propio disfrute de la práctica de la misma, por el contrario la motivación extrínseca o orientada al resultado, nos mueve a realizar alguna acción para conseguir algún resultado a partir de ella. Los deportistas deben de presentar una motivación orientada a la tarea, mediante la cual el propio hecho de entrenar o jugar a tenis se convierte en medio y finalidad, para ello será fundamental que el entrenador proponga sesiones de entrenamiento y de feedback siempre orientándose a la mejora personal, la superación y no a los resultados perseguidos. La siguiente frase de Rafa Nadal explica a la perfección cual es la motivación necesaria:
                                                        


  •           Ser congruente. Todo deportista está de por si motivado, cada uno tendrá sus motivos, pero la gran mayoría irá a sus entrenamientos  ya motivados, por lo tanto lo más importante que el entrenador debe procurar  es no desmotivar! Para ello es fundamental ser congruentes, el entrenador debe de transmitir mediante su actitud  un estado emocional de motivación, no podemos exigir a los jugadores que se motiven mientras los observamos pasivos sentados en una silla. Sin duda, será más efectivo si adoptamos una postura erguida y tensa, nos movemos enérgicamente y les hablamos con un tono contundente y positivo.


diumenge, 29 de juliol del 2012

COACHING DEPORTIVO: "Como desarrollar el potencial personal del deportista". (Reflexiones desde el tenis) (I)

A continuación presento la primera de una serie de publicaciones que colgaré a propósito de como el coaching deportivo y la psicología del deporte pueden favorecer a un desarrollo integral de los deportistas, en concreto me oriento al deporte del tenis, el cual me ha ocupado tanto como jugador y como entrenador. Las siguientes publicaciones pertenecen a mi proyecto final en el "Curso superior de coaching deportivo: El entrenador emergente", si alguien desea mas información que contacte conmigo.


·       ¿Qué es y qué nos aporta el coaching deportivo?


El coaching, esa disciplina casi misteriosa se encuadra perfectamente en el pragmatismo, en la acción, en el diálogo y en la reflexión consciente, la cual cosa en mi opinión resulta muy precisa para el trabajo con deportistas y en su aplicación directa en el rendimiento de los mismos. El coaching es portátil, puedes llevártelo a la pista, al vestuario, a la grada, incluso a la competición, y te permite adoptar un papel de líder coach asociado a la figura del entrenador. Éstas características en mi opinión hacen del coaching una herramienta que armoniza perfectamente con el deporte del tenis. Es fácil además encontrar antecedentes como “El juego interior del tenis” de Tim Gallway, libro que se considera pionero del coaching y que parte de la idea de que un mayor control del dialogo interno que se produce en nuestra mente mientras jugamos multiplica nuestro rendimiento.

El coaching propone un acompañamiento al proceso personal que va desde un estado actual a un estado deseado, considerando que la persona posee todos los recursos necesarios para asumir sus objetivos. Dichos recursos se pondrán en marcha siempre que el estado mental del deportista lo permita, por lo tanto un primer punto principal en el coaching incide en el autoconocimiento y la inteligencia emocional. Si conseguimos generar estados mentales exactamente iguales, obtendremos resultados similares – Tony Robbins-.

El coaching, por supuesto, no es milagroso. Des del punto de vista deportivo, el coach por sí solo no puede potenciar el rendimiento de un tenista, pero en demasiadas ocasiones tenistas con las mejores condiciones técnico-tácticas y un desarrollo condicional máximo, no consiguen batir a rivales “a priori” peor preparados. O ¿en cuantas ocasiones jugadores con un alto nivel de desempeño en los entrenamientos no consiguen competir al nivel que se espera de su talento?. De esta manera el entrenador-coach (valga la redundancia) ayuda al jugador a tomar conciencia de sus fortalezas para afrontar sus debilidades, la toma de conciencia nos capacita. En el fondo el coach, ejerce de capacitador, pero más que exigir genera ambientes adecuados para que afloren recursos.  “Es más importante el rival que hay dentro de tu cabeza que el que está al otro lado de la red” – Tim Gallwey.



·        Coaching y preparación integral para el tenista.


Si hay un deporte eminentemente mental ese es el tenis. En mis años de experiencia  he podido comprobar cómo mas allá del dominio técnico, táctico y de la optimización física, el componente mental-emocional es el factor diferencial, el cual permite al jugador rendir más y alcanzar niveles más altos de desempeño. Hasta hace poco, este factor diferencial se ha atribuido al innatismo. La denominada en jerga tenística “dureza de cabeza” o “mentalidad ganadora”,  era algo que o se poseía o no, pero muy pocos entrenadores intentaban  o intentan desarrollar este tipo de habilidades entre sus deportistas; aunque cabe apuntar que no por ignorar su importancia sino porque en muchos casos no dispondrán de los recursos necesarios para hacerlo. Aún hoy en día se sigue escuchando a jugadores, entrenadores y padres otorgar a dichas habilidades un papel fundamental en el tenis con expresiones del tipo “el tenis es todo cabeza”; pero ¿se da en los entrenamientos una prioridad real al componente mental-emocional?, en muchos casos no, a continuación, en las próximas entradas iré publicando una serie de propuestas sobre cómo el coaching y la psicología del deporte pueden ofrecer un entorno de preparación integral para los tenistas.

dimarts, 8 de maig del 2012

El entrenamiento invisible


El deporte de alto rendimiento, así como muchos otros ámbitos, ha vivido en los últimos tiempos una evolución “casi” insostenible. Las ciencias aplicadas y la tecnología han avanzado llevando al deportista de competición a un estadio de excelencia física, técnica y táctica, preparándolo sobradamente para el máximo rendimiento. En este marco de sobrepreparación, la diferencia ya no la marcan las horas de entrenamiento, el talento o el detallado conocimiento  de la lógica del juego, en muchas ocasiones el “plus” dependerá del nivel de compromiso hacia un estilo de vida, lo que se conoce como el entrenamiento invisible.

El entrenamiento invisible es todo aquello que hace el deportista mientras no está entrenando. Actitudes, hábitos, gestión del tiempo, nutrición, descanso… en definitiva su estilo de vida, dentro del cual por su naturaleza “invisible” me gusta incluir su “juego interior” o nivel de preparación mental i emocional. Dado el grado de excelencia que exige rendir en la actualidad, ser un campeón exigirá un desarrollo integral del deportista, en el que sin duda resultará esencial partir des de la persona (entrenamiento invisible) hacia el deportista (entrenamiento visible).
  
                                                       

Un ejemplo reciente es el caso del tenista Novak Djokovic, la misteriosa mejora en su  rendimiento y actitud, la cual lo han llevado a ser indiscutible número uno, ha sido según el propio tenista gracias al minucioso seguimiento en su nutrición por  Igor Cetojeviv. El destacado nutricionista especialista en medicina oriental eliminó el gluten de su dieta. Más allá de la posible intolerancia del tenista hacia el gluten, el secreto yace en el establecimiento de un mayor compromiso con sus objetivos, el esfuerzo de cuidar hasta el más mínimo detalle la alimentación, el orden, el descanso y hasta los propios pensamientos, han conducido a Djokovic a un cambio de actitud y una mejor preparación mental. Des de lo personal e invisible hacia lo deportivo: pensando, comiendo, descansando, viviendo e incluso soñando, para competir como un número uno.